18/11/17

El acabose

Puede que hable poco, y sienta mucho. Por eso mis habilidades sociales dejan tanto que desear, y tampoco me importa ya demasiado el mundo como para seguir creyendo en la posibilidad de que sea justo. Por eso puede que no sepa demasiado de política, ni de movimientos sociales. Soy torpe, despistada algunas veces y tonta tantas otras... por eso no veo la tele y tus discursos llenos de bonitas palabras hago como que los escucho. Puede que esté demasiado ocupada pensando en cómo sobrevivir a mañana, tanto que he olvidado que alguna vez creí en que la paz era algo que se podía encontrar. Y puede que esté tan sola que a menudo me agarre a cualquier causa ardiendo. ¿Vas a culparme? Te contaré una horrible historia: yo soy todo eso, pero tú no eres tan diferente. Puedo verte. Puedo ver todo lo que hay detrás de ese Everest de palabras que has elevado a tu alrededor. Yo he pasado mi lengua por tus puntos débiles, he saboreado la amarga verdad de tu falsedad. He acariciado en silencio tu soledad. He estado encima de ti, física y moralmente, y he observado desde lo alto la infinitud de tu necesidad. ¿Y sabes qué? puede que defiendas muy bien tus argumentos para elevarte ante el mundo, pero no olvides que si alguna vez nuestras miradas vuelven a encontrarse... seguirás siendo el primero en apartarla.

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